Capacitación a empleados: 3 ejemplos de mejores prácticas

Dar capacitación a empleados no es solo una obligación de las empresas, sino también una práctica que tiene beneficios para todos los involucrados. Al asegurarse de que su equipo está al tanto de lo más novedoso en su área, la compañía puede crecer, innovar y también retener a sus mejores talentos.

Por desgracia, muchos líderes empresariales olvidan esto y se enfocan en los obstáculos para capacitar: ¿cómo tomarse el tiempo cuando hay tanto por hacer cada día?, ¿qué pasa si invierto mucho en un colaborador que poco tiempo después deja la empresa?, entre otras cosas.

A continuación incluimos algunos tips y mejores prácticas para obtener todos los beneficios de la capacitación a empleados.

1- Establecer métricas y comunicación clara

Todos los niveles de la organización, desde los altos ejecutivos hasta los nuevos colaboradores, deben estar en la misma página cuando se habla de capacitación. Así, los gerentes deben comunicarse con los altos mandos para establecer cómo se medirá el aprendizaje, qué efecto tendrán las sesiones de capacitación en las metas del equipo, etc.

Después, esta información se debe llevar a los colaboradores y también debe haber un momento para escuchar sus inquietudes y las habilidades que quisieran desarrollar. Contar con esta información es el primer paso para crear un buen programa de capacitación.

2- Crea un balance entre distintos tipos de aprendizaje

La capacitación puede darse a través de cursos teóricos presenciales, herramientas en línea o mediante el aprendizaje práctico. No es necesario elegir solo una de estas opciones: lo mejor es crear un balance, tomando en cuenta lo que se requiere para cada habilidad que se pretende desarrollar, así como las necesidades del equipo.

• Los cursos o talleres presenciales tienen la ventaja de que permiten hacer preguntas a los expertos y estrechan los lazos en el equipo. Por otro lado, pueden consumir mucho tiempo.
• La capacitación en línea permite que cada persona vaya a su propio ritmo y suelen consumir menos tiempo, pero son menos personalizables y se necesita una mayor motivación para completarlos.
• El aprendizaje práctico puede usar los recursos que ya tiene la compañía y ayuda a despejar dudas que no siempre surgen en módulos téoricos.

3- Sé consistente

Muchas empresas pierden el entusiasmo por la capacitación después de un tiempo o se olvidan de poner al día a los nuevos miembros del equipo. Los beneficios de un buen programa de capacitación se verán tan solo si este se aplica de forma consistente. Esta responsabilidad recaerá en los gerentes, pero también en los colaboradores.

Si se crea una cultura de aprendizaje constante, los empleados estarán pendientes de las nuevas herramientas, software o habilidades que son necesarias para sus puestos, e incluso pueden buscar aprenderlas.

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